CX-5, EL “CABALLITO DE BATALLA” DE MAZDA NO TIRA LA TOALLA
Por: Roger Rivero
Si algún segmento está abarrotado de opciones es el de los SUV crossovers compactos. Destacarse entre tanta variedad no es cometido fácil, y el Mazda CX–5 aunque tiene varios encantos, se desplaza en un terreno muy competitivo, incluso más, cuando el propio fabricante nipón le ha lanzado competencia, con el casi idéntico en tamaño CX-50.
Mazda mantiene en su alineación al CX-5, pues a pesar de la competencia interna, este sigue siendo su modelo más vendido, apoyado en la versatilidad, altos récords de confiabilidad, buena conducción y excelente terminado interior que le acompañan.
La actual generación del CX-5 data del 2017, y aunque ya es tiempo de aires más frescos, Mazda lo ha modernizado con tecnología y prestaciones de seguridad, para mantenerlo como una opción tentadora.
Esta semana le echamos un vistazo al 2024 Mazda CX-5, un SUV pequeño, que se deja querer en esas carrerillas urbanas al supermercado o llevando a los chicos a la escuela.
¿Qué hay de nuevo?
El CX-5 sigue siendo muy parecido al modelo del año 2022, cuando recibió mejoras significativas. Está en su segunda generación que conocimos en el 2017, y en el 2024 Mazda añade el nivel de acabado Carbon Turbo. Un CX-5 Carbon Turbo es fácil de reconocer, ya que lleva pintura marrón Zircon Sand y molduras negras, incluidas las llantas y las cubiertas de los retrovisores. Los modelos Carbon Turbo vienen con el motor turboalimentado de 2,5 litros y tracción a las cuatro ruedas.
¿Cómo se ve desde afuera?
Mazda presume de mostrar algunos de los modelos más atractivos en materia de diseño que vemos en las carreteras, y el CX-5 no es excepción. No creo exagerar si afirmo que el CX-5 es quizás lo más notable de la clase SUV compactos. Sus líneas, formas y proporciones interactúan de forma armónica, para esculpir un auto de admirable diseño.
Algunos acabados traen colores de pintura exclusivos, que combinan bien con el aspecto deportivo y realzan su planteamiento lujoso.
¿Y por dentro?
Hace varios años vi comerciales en televisión de un fabricante (creo era Ford) que escondía los rótulos del nombre y llevaba a personas con los ojos cubiertos para que descubrieran en que marca de auto estaban. Sí Mazda repitiera esta prueba, estoy seguro de que muchos afirmarían estar dentro de un auto de lujo alemán.
El interior es uno de los mejores atributos de cualquier Mazda, y el 2024 CX-5 no es excepción. Los materiales son excelentes, con paneles cosidos en el salpicadero y las puertas. El diseño es inteligente y práctico, mientras que el aislamiento acústico es otro de sus puntos fuertes. Tiene uno de los habitáculos más silenciosos del segmento de los SUV compactos que no son de lujo, con asientos cómodos y de gran apoyo, que vienen con calefacción de forma estándar, un detalle muy provechoso durante el reciente invierno.
El CX-5 va a la zaga de la competencia en cuanto a espacio trasero para las piernas y espacio de carga, pero, aun así, sigue siendo lo suficientemente espacioso para la mayoría de los propósitos.
Tecnología y seguridad
No hay discriminación en tamaños de pantalla, pues cualquier CX-5 que elija traerá una pantalla de info entretenimiento de 10,3 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos. La interfaz se controla a través de un mando giratorio situado en la consola central, aunque ahora se pueden realizar entradas táctiles. Mazda no ha sido partidaria de las pantallas táctiles, pues argumentan que provocan la distracción del conductor, pero ahora algunas opciones pueden ser operadas con los dedos, siempre que el vehículo esté detenido o si el conductor cambia de opción en el menú de ajustes de comunicaciones.
Los récords de pruebas de choque son bien favorables, con cinco estrellas en la mayoría de los parámetros. Cada 2024 CX-5 viene bien equipado desde el modelo base, dejando para adicionar por costo agregado, el reconocimiento de señales de tráfico, los sensores de estacionamiento, el sistema de cámaras en 360 grados, o el proyector en el parabrisas.
¿Cómo se conduce?
Un recorrido corto por las calles de nuestra ciudad fue suficiente para comprobar los atributos de manejo del CX-5, y la razón por la que destaca entre sus competidores. La conducción es suave y bien amortiguada, pero a la vez atlética, permitiendo entrar a las curvas cerradas con mucha confianza.
Mazda tiene la facultad de imprimirles a sus modelos la agilidad y precisión necesarias para que destaquen entre sus competidores cuando analizamos el manejo. El balanceo de la carrocería en las curvas es mínimo, mientras que el CX-5 se siente ligero. Mazda presume del G-Vectoring Control, responsable en parte de la mejorada presteza. El sistema limita ligeramente el par motor justo antes de entrar en las curvas, para mantener el SUV equilibrado y evitar que el conductor tenga que ajustar la dirección en medio de esta.
El CX-5 2024 viene de serie con un motor de cuatro cilindros de 187 caballos, transmisión automática de seis velocidades y tracción a las cuatro ruedas. Los acabados más altos, como el Turbo Signature de nuestra prueba, tienen un motor mejorado que logra 227 caballos de fuerza y 310 libras-pie de par con gasolina regular. Si decide ponerle gasolina especial o magna, su potencia sube a 256 caballos.
Con el motor turbo de los acabados superiores, la economía de combustible disminuye a 24 millas por galón o 9.8 litros cada 100 kilómetros, un compromiso que se puede aceptar a cambio del aumento de potencia. El motor base rinde 26 millas o 9 litros cada 100 km.
¿Si quiero uno, por cuál me decido?
El Mazda CX-5 2024 está disponible en ocho acabados: 2.5 S Select, 2.5 S Preferred, 2.5 S Carbon Edition, 2.5 S Premium, 2.5 S Premium Plus, 2.5 S Carbon Turbo, 2.5 S Turbo Premium y 2.5 S Turbo Signature. Los cinco primeros acabados vienen con un motor de cuatro cilindros y 187 caballos, mientras que los tres acabados superiores incorporan el motor turbo que puede llegar a los 256 caballos con gasolina premium. Todos los modelos vienen con tracción a las cuatro ruedas.
Con tanta variedad es difícil recomendar un modelo, pero nos inclinamos por el Preferred, que incluye techo panorámico, portón trasero eléctrico, tapicería de cuero auténtico y un sistema de audio Bose por $30,650. Si el presupuesto alcanza, podría optar por el Turbo Signature, bien cargado con todas las opciones por $40,600.
¿Contra quién compite?
Competidores no faltan en este segmento. Destacamos al Toyota RAV4, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Honda CR-V, Nissan Rogue, Subaru Forester, Ford Escape o Volkswagen Tiguan por solo mencionar algunos.
Concluyendo
No es fácil encontrar la combinación de practicidad y buen manejo en un SUV crossover de precio moderado, pero el Mazda CX-5 es una de esas escasas alternativas. Con regularidad ha aparecido en lo más alto de las clasificaciones en su segmento, y ha sido un portento para las ventas de Mazda, que enfrenta ahora un reto creado por el fabricante.
El pasado año, Mazda presentó un modelo con tamaño similar, el CX-50, que compite directamente con el CX-5 que reseñamos esta semana.
Algunos han pronosticado el desvanecimiento del CX-5, pero creo que están equivocados. Mazda prepara una nueva generación para el 2025, que ya se asegura, tendrá una motorización híbrida.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera, los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.