Toyota tiene un regalo; él GR86.
Por: Roger Rivero
Justó en el momento en que los SUV y autos eléctricos llaman más la atención que el último álbum de Rosalía, Toyota despierta uno de sus deportivos luego de un año de hibernación, como quien dice: todavía no “tiramos la toalla”.
El Toyota 86 llega al 2022 recompuesto ahora como Toyota GR86, un cupé deportivo al que no solo cambian de insignia, también le dotan de un motor más potente, diseño de cabina actualizado y manejo mejorado.
El GR86 es un proyecto desarrollado en conjunto con Subaru. Allí le nombran Subaru BRZ. Esta alianza distribuye los costos, pues mientras Subaru entrega su atípico motor “bóxer” de cilindros horizontales, Toyota se encarga del chasis y la carrocería. Algunos le llaman “Toyobaru”, y en esencia es el mismo auto, aunque cada fabricante alega que lo “metamorfosea” a su manera. Toyota logra un GR86 algo más veloz, mientras que el BRZ quizá tiene mejores maneras en la carretera, pero en realidad, las diferencias son muy poco evidentes.
Lo que sí es evidente es que este deportivo es un regalo, tanto como Toyota GR86 o su contraparte BRZ. Un regalo de dos fabricantes que se sienten comprometidos con los entusiastas de la conducción, que desean agregar un poco más de diversión a su viaje diario, o dejar que la adrenalina de fin de semana fluya libre en una carretera aislada con curvas.
Esta semana probamos una especie rara. Un cupé asequible, pequeño, de tracción trasera y divertido en la carretera. Es el 2022 Toyota GR86.
Desde afuera y por dentro
Son pocas las diferencias visuales del nuevo GR con el 86. Por cierto, es momento de aclarar la génesis del “GR”. Viene de “Gazoo Racing”, la división deportiva de Toyota. Si bien el Toyota 86 tenía un aspecto elegante, el nuevo GR86 lo engrandece con una parrilla y tomas de aire delanteras más grandes, y un conjunto de luces LED.
Las proporciones son admirables. Frente ancho y bajo, dos puertas también bajas y una parte trasera que es quizá su mejor ángulo, dándole el GR86 algo del aire del magnífico Toyota Supra.
La cabina del Toyota GR86 ha mejorado mucho con respecto al Toyota 86. Los materiales son de mayor calidad y hay detalles como cuero Alcántara en el acabado superior Premium, con asientos con calefacción. La selección de materiales pudiera parecer económica, pero están bien combinados y se perciben hasta lujosos en un auto con precio moderado.
Los asientos delanteros han sido mejorados. Son cómodos y brindan apoyo, con refuerzos para mantener a los pasajeros en su lugar al realizar giros rápidos. Como otros cupés deportivos, el espacio en el asiento trasero es extremadamente reducido, tanto que transportar adultos allí podría considerarse una tortura involuntaria.
El diseño está orientado al conductor, con posición de manejo baja y todos los controles al alcance de la mano, controles que la mayoría son de buen tamaño y fácil localización.
Equipamiento y seguridad
El GR86 viene con varias características tecnológicas, la mayoría centradas en su pantalla táctil de 8 pulgadas, que opera el software de Subaru, en nuestra opinión superior al de Toyota. Las respuestas táctiles son rápidas, los gráficos sencillos, fáciles de entender y poco rebuscados como los de Toyota.
La compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto es estándar, pero no hay un sistema de navegación nativo.
En materia de seguridad, el futuro comprador tendría que hacer una elección algo incómoda. Si decide adquirir el 2022 Toyota GR86 con transmisión manual (como “Dios manda”) solo obtendría la cámara en reversa y faros delanteros adaptativos.
El sistema de pre-colisión con protección de peatones, advertencia de cambio de carril, detección de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero frenado automático en reversa y sonar de estacionamiento trasero, están todos disponibles, pero únicamente para los modelos con transmisión automática como el de nuestra prueba.
En la carretera
El motor bóxer que Subaru aporta al “matrimonio”, ha sido sustancialmente mejorado en el GR86, con mayor potencia en rango bajo y medio, que lo hace mucho más conveniente para un auto deportivo.
Es un nuevo motor de cuatro cilindros y 2.4 litros que reemplaza al antiguo motor de 2.0 litros. Para los entusiastas que deseaban que el 86 tuviera más potencia, Toyota ha respondido proporcionándole al GR86 228 caballos de fuerza, frente a los 200 de la versión automática anterior y los 205 de la manual. Los que demandaban un turbo compresor tendrán que permanecer en la lista de espera.
Las 184 libras-pie de torque disponibles se alcanzan a las 3,700 revoluciones por minuto, lo que se traduce en un arranque fuerte y el consabido bufido del motor.
Lamento que nuestro GR86 de prueba venía con transmisión automática de seis velocidades. Si bien no tengo quejas, pues los cambios son rápidos y acertados, la auténtica experiencia de manejo en un deportivo como este, solo se lograría usando eficazmente el tercer pedal.
Una escapadita a mi carretera secundaria preferida, llena de curvas cerradas, pendientes y declives pronunciadas, fue la ocasión definitiva para reconocer los buenos modales del GR86. Es plantado y muy maniobrable, ofreciendo confianza en cada giro.
Con la transmisión manual, el Toyota GR86 rinde 22 millas por galón en manejo combinado, unos 10.69 litros cada 100 kilómetros. La transmisión automática mejora ligeramente esos números.
Para escoger
El nuevo Toyota GR86 viene en dos terminados, Base y Premium. Ambos con el mismo motor y opciones de transmisión. El modelo base tiene precio de entrada de $27,700 dólares, lo que hace apetecible, mientras que el Premium sube a los $30,300. Este acabado superior le complementaría con asientos delanteros con calefacción con tapicería de cuero, un estéreo mejorado de ocho bocinas, cubiertas de aluminio en los pedales, un mayor alerón trasero y neumáticos de 18 pulgadas.
En su categoría compite con el Mazda MX-5 Miata, Ford Mustang, Nissan Z o el Chevrolet Camaro.
Concluyendo
El Toyota GR86 está en la categoría algo exclusiva de “autos para entusiastas”. Hay que sobreponerse a algunas “incomodidades”, como la imposibilidad de llevar pasajeros o muchas maletas. Tampoco son cómodos para entrar o salir de ellos, y para poder disfrutar de su verdadera “alma”, conducirlos entrando los cambios manualmente sería cardinal.
Luego de la pausa de un año, el Toyota 86 ha regresado bautizado ahora como GR86. No es solo una variación en el nombre. Es un cupé deportivo más potente, de mejor interior y más divertido de manejar. Es como un salmón que nada a contracorriente, enfrentado la irrefrenable avalancha de utilitarios y todoterrenos. Lo hace con osadía, con la elegancia necesaria para llamar la atención, y con la bondad de complacer a los entusiastas del buen manejo.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera, los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.